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Nuevas maneras de hacer medicina de la mano del Big Data

Big Data abre una nueva era para mejorar la prestación de servicios de salud. Se abren nuevas oportunidades, tanto para el diagnóstico y el tratamiento de multitud de problemas de salud, como en la capacidad, aún incipiente, de proporcionar nuevos servicios personalizados desde una perspectiva hipersegmentada.

31/07/2017

Recogemos en este artículo las principales ideas del Informe de Resultados "Big data en salud digital", elaborado por la Fundación Vodafone España y red.es, comenzando por su propio concepto. Big data se basa en el procesamiento, análisis y visualización de grandes bases de datos, no necesariamente estructuradas, para la toma ...

Recogemos en este artículo las principales ideas del Informe de Resultados "Big data en salud digital", elaborado por la Fundación Vodafone España y red.es, comenzando por su propio concepto. Big data se basa en el procesamiento, análisis y visualización de grandes bases de datos, no necesariamente estructuradas, para la toma de decisiones. Este enfoque, relativamente reciente, está adquiriendo una gran relevancia gracias a la acumulación masiva de datos favorecida por la implantación generalizada de las tecnologías de la información y la comunicación. Concretamente, 2002 fue el año en que el volumen de información digitalizada superó por primera vez la cantidad de información almacenada de forma analógica, y puede ser considerado, por tanto, como el inicio de la era digital de la información.

Los datos relacionados con la salud también han estado siguiendo esta tendencia. Así, gracias a Internet, la popularización de los smartphones y la aparición de multitud de sensores y redes sociales, los datos masivos, que incluyen no sólo registros clínicos y operacionales sino también texto, audio o vídeo y multitud de registros biométricos, son susceptibles de ser analizados para proporcionar información nueva y útil para los sistemas de salud.

El sistema sanitario, y en concreto los hospitales, están teniendo en los últimos años una creciente sofisticación de sus sistemas de información y recopilación de datos. Estos datos muchas veces no son almacenados para su posterior reutilización, sino que son usados para un análisis coyuntural asociado a una necesidad y momento específico. En este contexto, las aplicaciones de soluciones Big Data en salud, van más allá del volumen, la variedad y la velocidad como características básicas, ya que incorporan aspectos cruciales como la veracidad, permitiendo posteriormente una reutilización mediante el agregado de la nueva información al histórico de datos.

En este sentido, la consolidación del Big Data en el campo de la salud partirá de la síntesis de la información `antigua´ y `nueva´ incorporando tanto las provenientes de las redes sociales como en el futuro cercano aquella derivada del Internet de las Cosas. Optimizar esta información se puede traducir en un mayor conocimiento del paciente gracias a la síntesis de la información existente de historias médicas, registros electrónicos de salud, registros personales de salud y análisis e imágenes clínicos. Asimismo, se genera nueva información para conseguir una mejor detección de efectos secundarios de los fármacos, mejores y más adecuados tratamientos y con mayor rapidez, así como avanzar en la medicina personalizada y preventiva.

La mayoría de la literatura sobre la aplicación del Big Data en salud se refiere o bien a aspectos técnicos de tipo informático o computacional, o bien a los beneficios que se pueden esperar de su aplicación, de las necesidades y barreras que se deben superar o las tendencias del futuro. No obstante, ya se manifiesta claramente que esta tecnología no se encuentra completamente asentada y tiene aún un largo recorrido por delante.

Así, los expertos consultados coinciden en el escaso, casi nulo, despliegue real de las soluciones Big Data en el ámbito sanitario, considerando que el sector de la salud está muy lejos de los avances conseguidos en otros ámbitos, como por ejemplo el sector financiero o el de las grandes tecnológicas.

Ya hace tiempo que en España se está produciendo una intensa transición demográfica que implica un gran desafío para el sistema sanitario. Así, por primera vez, el porcentaje de mayores de 65 años superará en breve al de niños menores de cinco. En este sentido, existe un amplio consenso en que, de cara a las próximas décadas, sólo las TIC pueden garantizar la sostenibilidad del sistema, por ejemplo mediante la mayor eficiencia de la telemonitorización en pacientes con patologías crónicas (mayor adherencia terapéutica, reducción de ingresos hospitalarios...).

Big Data también puede disminuir costes en un sector cuyo sostenimiento, desde un punto de vista económico, empieza a ser cada vez más incierto. Es evidente que se necesitan fuertes inversiones iniciales para optimizar las técnicas de Big Data, pero también lo es que una vez desarrolladas e implantadas estas nuevas tecnologías supondrán grandes ahorros a todas las organizaciones sanitarias, públicas y privadas.

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