Tras una década de investigación, Nestlé ha alcanzado un nuevo avance científico al desarrollar la primera fórmula para lactantes con dos oligosacáridos de la leche materna –en inglés Human Milk Oligosaccharides (HMOs)–, estructuralmente idénticos a los de ésta. España es el primer país del mundo que ha empezado a utilizar este producto. Hace ya unos meses que comenzó a dispensarse en algunos hospitales y clínicas. A partir de ahora, además, puede adquirirse en las farmacias españolas.

Los oligosacáridos son el tercer componente sólido más abundante en la leche materna, después de la grasa y la lactosa. Tienen un rol clave en el desarrollo y bienestar del bebé, jugando un papel decisivo en el sistema inmunológico del lactante, aún inmaduro, y promoviendo una flora intestinal saludable. Aunque los oligosacáridos de la leche materna han sido estudiados durante casi un siglo, Nestlé es la primera compañía que consigue replicar y producir dos moléculas de HMOs para una fórmula infantil. Los nuevos ingredientes han sido evaluados positivamente por la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) y han sido autorizados por la Comisión Europea y la US FDA (United States Food and Drugs Administration).

El doctor José M. Saavedra, director médico global de Nestlé Nutrition afirma que"este es un gran avance en la alimentación infantil, ya que hasta hoy los oligosacáridos sólo habían sido encontrados de forma natural en la leche materna. Ahora, como resultado de más de una década de amplias investigaciones, Nestlé ha sido capaz de replicar estos componentes, que son idénticos a los que se encuentran en la leche materna".

Reducción de bronquitis y menos antibióticos

Una investigación clínica ha demostrado que la fórmula con estos HMOs no sólo asegura un crecimiento adecuado, sino que también ayuda a que la composición de la flora intestinal sea más parecida a la de los bebés amamantados con leche materna. El estudio clínico también constató que los lactantes alimentados con la nueva fórmula infantil presentaban una reducción del número de bacterias potencialmente patógenas, que podría explicar el menor número de infecciones respiratorias observadas, así como  la disminución del uso de antibióticos y antipiréticos.