Tan dolorosa como desconocida, la endometriosis es una enfermedad afecta a millones de mujeres en todo el mundo. Se calcula que una de cada 10 sufre sus síntomas y es, como se ha dicho, una de las principales causas de infertilidad. Se da ante la presencia de endometrio fuera de la cavidad endometrial y se caracteriza por producir fuertes dolores durante la menstruación o dolor pélvico crónico, que puede llegar a ser invalidante. Esta enfermedad crónica se produce cuando la parte que recubre el interior del útero (endometrio) se desprende en cada ciclo por la menstruación y refluye a través de las trompas con la menstruación hacia la pelvis. La sucesión de ciclos menstruales produce pequeños sangrados en pelvis que, de no ser correctamente degradados y eliminados por el propio organismo de la paciente, crean un cuadro de adherencias que provocan dolor e infertilidad a la paciente. Entonces se habla de endometriosis, una enfermedad crónica que debe ser diagnosticada de manera temprana para recibir el tratamiento más adecuado. Para evitar pronósticos adversos, la mujer debe disponer de toda la información posible desde el primer momento y no demorar la maternidad en demasía. Aunque depende de la edad y el contexto clínico, se calcula que en los casos de endometriosis, sin importar que sea moderada o severa, la tasa de embarazo natural por ciclo es de menos de un 2% (y de entre 2 y 4,5% en los casos más leves), muy inferior al 20% de las mujeres que no padecen esta enfermedad.

En aquellos casos con mayor sintomatología se recomiendan medicamentos paliativos y, de ser necesario, cirugía pélvica para eliminar las lesiones. No obstante, existen casos en los que es necesario retirar parte de los ovarios o en su totalidad, mermando así la fertilidad de la paciente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 10% de las mujeres padece endometriosis. Esto supone que, entre el 30 y el 50% de las mujeres que son infértiles la padecen. Una ircunstancia que convierte a esta patología en la tercera causa de infertilidad en la mujer. De ahí la importancia de que el apoyo emocional y la preservación de la fertilidad sean las claves principales para el abordaje de la endometriosis.

La medicina reproductiva puede aportar a las mujeres afectadas una solución adecuada y capaz de aumentar las posibiiidades de concebir. La vitrificación de ovocitos supone la mayor garantía de cara a poder cumplir el objetivo de una maternidad futura. En la última década, el IVI ha procurado tratamientos de fertilidad a 8.500 mujeres con endometriosis.

En opinión del doctor Juan Antonio García Velasco, director de la clínica IVI Madrid, el enfoque clínico actual para esta enfermedad está cambiando, a pesar de que no ha habido ningún avance capital en los últimos veinte años, permaneciendo la enfermedad sin cura conocida. Sin embargo, la diferencia radica en que tanto el diagnóstico como el inicio del tratamiento son más pragmáticos y eso ayuda a mejorar la calidad de vida de las pacientes. Antes era frecuente dejar pasar 6 años hasta que se producía el diagnóstico, hallazgo tras el cual pocos médicos iniciaban algún tratamiento. Incluso hoy día, se estima que la media de edad para su detección son los 27 años y que un 70% de las mujeres han recibido previamente un diagnóstico erróneo. Fallos del sistema que se unen a la falta de información y la falta de concienciación social sobre el problema que provocan en muchas mujeres sentimientos de incomprensión y soledad ante el dolor y la infertildiad. Para paliar esta situación, IVI cuenta con unidades específicas de endometriosis en sus clínicas. Mediante el diagnóstico y un correcto tratamiento y seguimiento, tanto médico como psicológico, se consigue que las pacientes se sientan apoyadas y comprendidas.

En opinión del especialista, todavía hay pocos médicos especializados en el tratamiento quirúrgico de estas pacientes. Muchas mujeres, por miedo al quirófano, controlan el dolor con medicación, ignorando que muchas veces la mejor soución a su problema es la cirugía. Por ello, el doctor García Velasco propone que se creen centros de referencia para esta enfermedad, que incluyan en sus equipos radiólogos capaces de detectar la enfermedad en sus etapas precoces, junto a cirujanos expertos y psicólogos que ayuden a las pacientes a sobrellevar el dolor y poder optar a mejorar su calidad de vida.

Foto superior:     El Dr Juan Antonio García Velasco, director de la clínica IVI Madrid,